About Me

Soy Delfi Alonso, nací en buenos aires, Argentina, más también desde hace 7 años mi casa es el mundo. El camino del autoconocimiento llegó a mi hace muchos años atrás y con ello la práctica de yoga: un lugar en el que encontré paz, un momento de encuentro conmigo misma y ver qué es lo que pasaba conmigo.

Me di cuenta que vivimos en un mundo en el que no nos enseñan a parar, cuanto más mejor y así muchas cosas nos pasan por delante sin que nosotros siquiera registremos. De esta forma hace no mucho tiempo me pasó algo que me dejó una de las enseñanzas más difíciles y lindas de mi vida, vivir cada día como si fuese el último, un poco cliché tal vez, pero estar de forma consciente en el presente.

Así empecé a moverme. Primero fue Andorra, conectada con la montaña y la nieve, después vino Tenerife, donde conocí el surf. Fue una etapa mágica. Y aunque no todo fue perfecto —porque nada lo es—, todo fue aprendizaje. Luego viví en Dinamarca, España otra vez, donde me reencontré con mis amigos que nada hubiese sido igual sin ellos y me cargue de energía para irme año entero a Australia.

Cuando me estoy por ir de algún país y me doy ese último abrazo y última mirada con alguien que quise mucho, lo miro y digo "nos vemos por alguna otra parte del mundo" porque se, que cuando conectas con alguien y realmente te lo queres volver a cruzar, eso sucede.

Y si, quizás te preguntas ¿por qué te cuento todo esto?. Porque cada lugar, cada persona, cada experiencia fue formando a la Delfina que hoy soy. Porque todo lo que viví me enseñó que uno nunca deja de aprender, que siempre hay alguien que te muestra algo nuevo. Y que, aunque estemos lejos, estamos todos buscando lo mismo: estar en paz, sentirnos plenos, encontrar sentido.

En 2024, después de muchos años de andar sin freno, decidí volver a Argentina: reencontrarme con mi familia, con mis amigos, con esa versión mía que había crecido en silencio, viajando por el mundo.

Y en ese momento, con el corazón lleno, tomé una decisión que venía postergando desde hacía mucho tiempo: irme a Costa Rica, ese país que había soñado conocer desde 2018. Tardé, pero llegué justo cuando tenía que ser. Ahí fue donde simplemente me relaje y deje que pase lo que tenga que pasar. Una vez más, la vida me enseñó que cuando uno se entrega, lo mejor llega.

Allí, en Costa Rica más conectada que nunca con la naturaleza, decidí compartir lo que el yoga y la vida me enseñaron.

Hoy quiero invitarte a que encuentres ese espacio en vos. A que respires más profundo, a que vivas más liviano, a que vuelvas a sentir. A que practiquemos junt@s, desde tu casa o donde sea que estés, y que el yoga sea tu punto de partida para reconectar con lo más real y valioso que tenés: vos.

Gracias por llegar hasta acá. Nos vemos en el mat, o por alguna parte del mundo. 🌍✨